Antes de su existencia, caseríos modestos de origen celta ocupan este espacio. Caseríos en los que las calles son los espacios libres que dejan entre si las viviendas y por los que corre el agua erosionándolos. Hay unas murallas muy primitivas del gneis que arrancan de la misma piedra donde están asentados y una dos puertas de entrada.
Pero la llegada de Roma en el año 192 a.c. lo cambia todo. Primero levantan el Puente de Alcántara para vadear el río. Y en lo más alto del cerro toledano construyen un recinto amurallado, el pretorio que es la sede del gobernador romano y alojamiento de la guarnición.
Más tarde, ésto da lugar a que se asienten los primeros comerciantes, comerciantes que traen los animales que necesita la tropa tanto para ser usados como animales de carga, como animales para su transporte como animales para el consumo humano. De aquí saldrá su denominación como Mercado de las Bestias ” SUK AL DAWAB”, más conocido por nosotros como Plaza de Zocodover.