¿En qué consiste esta ruta?
Toledo también es conocida como la Ciudad de las Tres Culturas por la convivencia durante una etapa de su historia de cristianos, judíos y musulmanes. Y aunque esta afirmación es un tanto incierta, ya que dicha convivencia no fue tan idílica como muchas veces se quiere hacer creer, sí que es cierto que se nota en sus calles y monumentos el poso de las tres culturas.
Daremos un paseo por la ciudad deleitándonos con el legado cristiano, judío y musulmán, deteniéndonos en sus diferentes barriadas y monumentos más destacados. Una ruta imprescindible para conocer la peculiaridad de Toledo que la hace diferente al resto de ciudades históricas.
De Lunes a Sábados en horarios de mañana y tarde
3 horas
30 € / pax
Gratuita para menores de 11 años acompañados por un adulto
Incluye entradas a la Catedral, Mezquita del Cristo de la Luz, y Sinagoga de Santa María la Blanca
¿QUÉ VISITAREMOS?
IGLESIA DE SAN ROMÁN.
EL TOLEDO CRISTIANO
Una muestra del Toledo Cristiano es la Iglesia de San Román. Su primera referencia documental data del 1125, aunque para su edificación se reutilizaran restos de época visigoda, o al menos musulmana. De esta última etapa daban fe dos lápidas que se conservaban hasta que en el año 1572 Felipe II ordenó retirarlas. En ellas se atestiguaba su uso como mezquita no sólo en época musulmana, sino incluso hasta varios años después de la Reconquista.
En el año 1166 desde su torre, el que fuera alcaide mayor de Toledo y que se halla enterrado en el templo, don Esteban Illán, proclamó rey a Alfonso VII con el célebre grito de “¡Toledo, Toledo, Toledo por el rey Alfonso VIII!“.
En el año 1221 se reformó y consagró al culto cristiano por el arzobispo Jiménez de Rada, aunque se cree que ya antes estaba siendo utilizada como parroquia.
Actualmente alberga el Museo de los Concilios y Cultura Visigoda, recogiendo interesantes reproducciones de las coronas de Guarrazar y otros valiosos restos procedentes del Museo Arqueológico.
MEZQUITA DEL CRISTO DE LA LUZ.
EL TOLEDO MUSULMÁN
Uno de los monumentos imprescindibles de la visita a Toledo, siendo el único monumento que se conserva anterior a la Reconquista cristiana de la ciudad. Una inscripción sobre su fachada frontal la data a finales de 999 o principios del 1000.
Fue consagrado al culto cristiano el mismo día de la Reconquista, 25 de Mayo de 1085, celebrándose la primera misa según la tradición popular. En esta época se le añade el ábside que sirvió de modelo para el resto de iglesias mudéjares toledanas. La pequeña planta del templo se divide por cuatro columnas en nueve espacios abovedados y separados por arcos de herradura.
Alrededor de 1186 el templo fue cedido por don Alonso “El Bueno” a los caballeros de la Orden de San Juan, con la condición de que no podría tener feligreses ni gozar de diezmos y privilegios como el resto de parroquias de Toledo.
Hasta época del cardenal Mendoza no existen más datos documentales, cuando este recuperó el edificio restaurándolo y arreglándolo para el culto.
En 1871 el arquitecto López Sánchez descubrió unas pinturas murales, muy similares a otras románico-mudéjares aparecidas en la iglesia de San Román, en las que pese a su estado de deterioro se distinguen las figuras de un prelado y cuatro santas.
Fue en el año 1900 cuando la antigua mezquita es declarada Monumento Nacional.
SINAGOGA DE SANTA MARÍA LA BLANCA.
EL TOLEDO JUDÍO
Las primeras noticias escritas sobre el monumento son del siglo XV, cuando es consagrada al culto cristiano, aunque se estima su construcción en el siglo XIII, o incluso en el XII.
En el 1550 el cardenal Silíceo la convirtió en albergue para mujeres de vida dudosa, con el popular nombre de “El Refugio de la Penitencia”. Función que perdió a mediados del XVII cuando disminuyó considerablemente el número de mujeres alojadas. Fue entonces cuando quedó como ermita de la Virgen Blanca hasta 1791.
Ese año se convirtió en cuartel, restaurándose en 1798 al presentar serio peligro de ruina. Posteriormente fue utilizada como almacén militar y Real Hacienda. Hasta que fue restaurada en 1851.
El nombre de Santa María la Blanca procede de una imagen allí conservada de la Virgen Blanca, copia de la del coro de la Catedral, hasta que el templo fue secularizado en 1791.
Se sabe que el edificio sufrió un severo incendio en 1391, a causa de los enfrentamientos con el pueblo judío.
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